Gas motor. El gas motor procede del sistema de alta presión de la estación de anestesia. Se inyecta entre la corcertina y su cubierta y tiene como finalidad impulsar el aire de dentro de la concertina hacia el paciente. En las imágenes se muestra cómo entra el gas motor (arriba) y su localización entre la cubierta y la propia concertina (abajo).
Flujo de gas fresco. En la imagen se puede observar dónde se inyecta el flujo de gas fresco en el circuito del paciente de una estación de anestesia.
El circuito de alta presión es la parte de la estación de anestesia que se encarga de la distribución del gas procedente bien de una estación centralizada de gases (oxígeno, aire y óxido nitroso), o bien de cilindros de gases unidos a la propia estación de anestesia.
De manera habitual, en los hospitales el suministro de gases está centralizado, con conducciones del mismo hasta los lugares dentro del hospital donde se necesita. Suele haber conexiones de aire y de oxígeno en las habitaciones de los pacientes, así como en las unidades de cuidados críticos, unidad de despertar y los quirófanos. En los quirófanos también suele haber conexiones centralizadas de óxido nitroso y en algunos hospitales está empezando a haber conexiones de anhídrico carbónico con el fin de poder realizar cirugías laparoscópicas.
El gas centralizado se encuentra a una presión adecuada para el funcionamiento de las estaciones de anestesia, dentro del rango de tolerancia de presión de las mismas.
Cada una de las conexiones tiene un código diferente, estandarizado para cada uno de los hospitales en los que esté localizada la estación de anestesia, aunque todavía no hay un estándar a nivel nacional de obligado cumplimiento, por lo que se pueden encontrar diferentes tipos de conexión, aunque la misma será la misma para cada tipo de gas en cada hospital. Cuando se realiza una instalación de gases nueva en un hospital, habitualmente cuando se trata de un hospital de reciente construcción, se debe comprobar que en los quirófanos cada una de las tomas de pared efectivamente lleva los gases que debe llevar, y se debe comprobar que las conexiones son las mismas para cada uno de los gases utilizados y además que dichas conexiones son iguales en todos los quirófanos. Los gases que se deben comprobar son el oxígeno, el óxido nitroso y el aire. Respecto al anhídrido carbónico, aunque también se debe comprobar, no es misión del responsable del Servicio de Anestesiología.
Tal como se ha dicho, el gas se introduce en el circuito de alta presión desde un sistema centralizado o desde cilindros determinados. En el interior de la estación de anestesia, cada una de las conexiones dispone de un filtro y una válvula unidireccional que impide que la dirección del flujo de gas sea incorrecta. A la entrada del mismo se localiza también un transductor de presión con el fin de monitorizar la presión de los gases provenientes de la pared o de los cilindros.
La presión central se puede leer en la parte frontal de la estación de anestesia bien con reloj analógico o de forma digital. En caso de que la presión de la pared sea inferior o superior a los límites establecidos para el trabajo de la estación de anestesia, se dispone de una alarma audible que advierte del exceso o defecto en la presión de trabajo. En algunas estaciones de anestesia modernas, la presión central alta impide el trabajo con el respirador.
En muchas estaciones de anestesia modernas, una presión de trabajo demasiado baja impide la utilización del respirador en los modos de ventilación controlada, pero se puede utilizar un modo de ventilación manual con bolsa reservorio. En caso de fallo del suministro de gas centralizado, las estaciones de anestesia utilizan aire ambiente con el fin de poder ventilar a los pacientes, pero no de forma automática.
El gas, una vez ha atravesado la válvula unidireccional de seguridad, es dirigido al ventilador, que también dispone de un sensor de presión con el fin de monitorizar dicha presión. Este gas que se dirige al ventilador es el encargado de proporcionar la fuerza necesaria para mover la concertina y que la mezcla de gases que se encuentra en el interior de la misma se canalice hacia el paciente. Este gas se denomina gas motor y no se debe confundir con el flujo de gas fresco o con la mezcla de gases del circuito de baja presión del paciente.
El oxígeno también se dirige hacia la válvula de conexión de oxígeno de emergencia, tras una reducción de su presión. También se dirige en algunas estaciones de anestesia, sobre todo las modernas, a un flujómetro de oxígeno con el fin de poder suministrar oxigenoterapia a los pacientes que no necesiten intubación endotraqueal o control de la vía aérea, donde se suelen conectar unas gafas de oxígeno o una mascarilla facial tipo venturi para suministrar oxígeno suplementario.
Los gases procedentes de la pared deben mezclarse con el fin de obtener la mezcla de gases deseada por el anestesiólogo responsable. La mezcla de gases se puede realizar de forma electrónica o mediente flujómetros manuales.
Cuando la mezcla de gases se realiza de forma manual, lo cual sucede en la mayoría de las estaciones de anestesia más antiguas, la forma de realizar la misma es mediante flujómetros. En ellos se fija la cantidad de oxígeno, óxido nitroso y/o aire que se desea, medido en litros por minuto. El resultado de dicha mezcla es el porcentaje de cada uno de los gases. Asi, si se fijan tres litros por minuto de oxígeno y siete litros por minuto de óxido nitroso, se obtiene una mezcla que contiene un 30% de oxígeno y un 70% de óxido nitroso.
En la mayoría de estaciones de anestesia modernas, la mezcla de gases no se realiza de forma manual, sino electrónica. Con ello, se selecciona el flujo de gas fresco y el porcentaje de oxígeno y el porcentaje de óxido nitroso.
Esta forma de mezclar los gases aporta mucho más control sobre la mezcla, pues no hay que realizar cálculos sobre el porcentaje de gases que componen la mezcla total de gases. Es la propia estación de anestesia la que se encarga, a través de válvulas electromecánicas, de ajustar el flujo de cada uno de los gases que componen la mezcla con el fin de obtener la mezcla de gases deseada y fijada por el anestesiólogo responsable.
Hasta el momento, se ha obtenido una mezcla de gas fijada por el anestesiólogo responsable. Esta mezcla de gas fresco es dirigida en este momento al vaporizador, que el es último elemento del circuito de alta presión de la estación de anestesia.
En algunas estaciones de anestesia no es la mezcla de gas fresco la que atraviesa el vaporizador, sino que es una proporción de oxígeno del circuito de alta presión la que lo hace.
El denominado flujo de gas fresco es el resultado de la mezcla de gases en el circuito de alta presión tras su paso por el vaporizador. Dicho flujo de gas fresco se mide en litros por minuto y es la mezcla de gases que se inyecta en el circuito de baja presión o circuito del paciente. No se debe confundir con el volumen tidal suministrado al paciente, ni con el volumen minuto, que son parámetros que corresponden al circuito de baja presión.